En el último tiempo hemos sido testigos de al menos tres tipos diferentes de cazadores que circulan usualmente por la villa, disparando a las aves impunemente, poniendo en riesgo no solo la armonía natural sino también nuestra seguridad.En uno de los casos mencionados, tres individuos armados pasaron por el borde de nuestra propiedad un domingo cuando atardecía, disparando hacia los árboles. Debido a la disminución de la luz (porque el sol se estaba ocultando) los cazadores no podían ver si había gente en las proximidades (como el caso nuestro) así que no nos quedó más alternativa que meternos en casa y encerrar a los perros por la posibilidad de que alguna bala saliera mal disparada, hasta que los muchachos decidieron que ya era tiempo de subirse a su auto e irse a sus pagos.